viernes, 6 de noviembre de 2015

miradas

quizá pueda sonar trillado e incluso insultante para algunos.

sentada entre el denso mar de gente, me detuve a observar.

observar a la mamá que regaña a su hijo;
a la cajera del supermercado; entregándole el cambio al cliente; al guardia de seguridad que ofrecer el periódico de ofertas del mercado; en fin, a todo minúsculo o mayúsculo ser que se encontrara cerca.

y entonces lo vi.
vi el deseo en la mirada de ellos.
vi cómo sus ojos se desviaban.
vi cómo la desnudaban.
vi cómo irrespetaban su ser.
vi cómo menospreciaban al ser que los acompañaba en ese momento.

y entonces, huí.
sentí asco.
y entendí: verdaderamente, el hombre es un animal.

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