jueves, 13 de agosto de 2015

Nací siendo zurda.

Nací siendo zurda.
No por capricho o decisión.

Digamos que fue "mutación genética" pues.

Naturalmente, la confusión era grande al ver que la sociedad en que vivo no se adaptaba a mis necesidades siniestras.

Para el caso, ¿se han fijado con qué mano es el saludo? ¿un apretón de manos? Me han educado para escribir, saludar, entregar y recibir con la mano derecha. 

Si yo extendiera mi mano izquierda para saludar (que ya me ha pasado) la gente se desubica y hay quien se la tira de ofendido y la considera una falta de respeto. 

Y otra cosa que nos pasa es ese momento incómodo en el banco, cuando te toca firmar el recibo y te toca ser casi tan flexible como el Dr. Reed de Fantastic Four para que la cadena del bolígrafo te alcance hasta el otro lado. (Sí, el lado izquierdo) Triste es cuando la dichosa cadenita -no alcanza- y toca moverte un poquito y el cliente de la otra ventanilla siente que irrumpís su espacio personal. 

Y pues, he aprendido a adaptarme a estas situaciones, una de ellas y que no deja de causarme risa, es la típica expresión: "¡sos zurda!"

Confieso y les comparto que no puedo cortar con la izquierda. ¿Sorprendidos? Pues, en mi escuela no habían tijeras para zurdos. Me adapté.

Y lo que para ustedes puede ser una tarea rutinaria como abrir una lata de sardinas o una lata de leche condensada, en fin, una lata. Para mi y mis dedos puede ser una sentencia casi de muerte. (Sí, ya me he cortado con el abrelatas.)

¿Tiene la sociedad culpa de esto? ¡No! La sociedad, como en todo, se adapta a la necesidad de la mayoría. Es buen negocio ese pues.

¿Qué les pido? Comprensión. No es que seamos torpes haciendo tareas sencillas y simples, es que nos cuesta readaptar nuestras dimensiones a un mundo hecho para diestros.

Porque ser zurdo te permite ver el mundo desde dos perspectivas, trabajar dos veces el cerebro, adaptarte a una sociedad de dominantes derechos.

Y no puedo finalizar sin decir que me gusta ser zurda, quizá para ustedes suene dramático o exagerado, para mí... es lo que soy. Es mi vida :) 

¡Feliz Día Internacional del Zurdo!

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