—¡Vuela! —gritó, empujando al hombre hacia el desfiladero.
Lo observó rebotar y golpearse con las salientes rocosas hasta quedar inmóvil en el fondo, sólo entonces tomó su libreta y escribió: «Espécimen 22: mismo resultado», y agregó una nota al final de la hoja: «EMPIEZO A CREER QUE LOS HUMANOS NO PUEDEN VOLAR».
Lo observó rebotar y golpearse con las salientes rocosas hasta quedar inmóvil en el fondo, sólo entonces tomó su libreta y escribió: «Espécimen 22: mismo resultado», y agregó una nota al final de la hoja: «EMPIEZO A CREER QUE LOS HUMANOS NO PUEDEN VOLAR».
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