martes, 27 de enero de 2015

...Entonces

¿y si es en las buenas y las malas...?

Hagamos un trato y despersonalicemos todo, quizá eso evita involucrarnos más.
Quizá sea sólo de evitar los abrazos y los besos para no intimar.
Pero, la intimidad también se mide en la cantidad de secretos que le confesás al otro.

Entonces,
no le susurrés al oído, no lo mirés a los ojos.
La intimidad es para los fuertes...
La intimidad es para los valientes.

Sin embargo,
tenemos a los amigos
aquellos que quieren saber qué te pasa
y aquellos que se interesan en vos.



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