lunes, 1 de diciembre de 2014

Nuez-Amor

A veces, le decimos las palabras equivocadas
 a las personas correctas y viceversa.

Ya que alguna vez fui la curva de tu sonrisa,
 el aliento de tus suspiros
 y el silencio de tu boca.

Debo confesar que le temo más a un amor cobarde que a uno imposible.
Puesto que la cuestión no es romper el corazón sino dejarlo vacío,
en completa desolación;
ese es el verdadero daño que deja el desamor.

El amor es como un niño jugando en un parque,
no sabe que está perdido.


No lo asusten cuando lo encuentren.

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