Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.
Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.
Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.
Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.
Pero desconociendo sus tesoros
entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren despacio.
Por eso
es imposible olvidarlos.
Bonito poema, me toco hacer un análisis del mismo en la clase de comunicación científica, seguí poniéndolos ya que traen muchas enseñanzas!
ResponderEliminarEn memoria de Sosa, se lo puedo decir:
ResponderEliminarLa vil ceniza del cabello cubra
los sueltos rizos que, volando al aire,
digan al par, con nuestros ayes tristes:
"!Murió el poeta!"
Un sutil llamado a la subversión. Q.D.D.G. Roberto Sosa.
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